Policía arrestó 180 extranjeros indocumentados que pretendían causar caos en el país

***Nicaragüenses, venezolanos, colombianos entre otros son los extranjeros que han sido detenidos en sectores como Guaymaca, Jesús de Otoro entre otros sin justificar el motivo de su estadía en Honduras y con camisetas con mensajes de insurrección
Tegucigalpa, Honduras.
Unos 180 extranjeros indocumentados que pretendían alterar el orden público en las marchas de apoyo al ex presidente Manuel Zelaya han sido arrestados por la Policía en diversos sectores del país, informó el comisionado Danilo Orellana.

Orellana dijo que están estableciendo los controles respectivos en denominado Operativo de Paz y Democracia puesto a que “el país estaba invadido de extranjeros asociados a grupos disidentes que pretenden causar caos”.

En ese sentido, señaló que las autoridades de Migración han expulsado algunos de estos extranjeros a sus países de origen.

Nicaragüenses, venezolanos, colombianos entre otros son los extranjeros que han sido detenidos en sectores como Guaymaca, Jesús de Otoro entre otros sin justificar el motivo de su estadía en Honduras y con camisetas con mensajes de insurrección.

Agregó que algunos estaban realizando unas ventas pero sin el permiso de operación respectivo.

Mencionó que en algunos casos estas personas inducen al caos y a la insurrección a los hondureños especialmente en las marchas que realizan los seguidores del ex presidente Zelaya para exigir su retorno al poder.

Por otra parte, manifestó que están preocupados porque marchas en Santa Barbará encabezadas por la ex primera dama Xiomara de Zelaya procedentes de Copán se desplazan a San Pedro Sula y tienen previsto llegar el 11 de agosto a esta zona del país a provocar disturbios en el marco del partido de fútbol que jugará Honduras ante Costa Rica.

Asimismo indicó que otros grupos de Tocoa y Santa Cruz de Yojoa tienen previsto sumarse a estas personas que dirige la ex primera dama, no obstante están siendo monitoreados por la Policía debido a que hay denuncias que están armados y ofenden a la población.

El comisionado declaró que hasta el momento no hay detenidos y que esperan que estas manifestaciones sean pacificas.

Honduras rechaza a los cancilleres de la Alba

Tegucigalpa, Honduras

El gobierno interino de Roberto Micheletti instó el jueves a la OEA a no incluir a cancilleres de los países de la Alianza Bolivariana para las Américas, Alba, en la misión internacional que visitará Honduras la próxima semana en un nuevo esfuerzo de mediación a la crisis política que enfrenta la nación.

"No veríamos con agrado que el secretario general [de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza] nos mande a cancilleres de Alba porque ellos son parte del problema y no la solución al mismo", dijo en rueda de prensa la designada vicecanciller Martha Lorena Alvarado.

La OEA decidió el miércoles enviar esa misión a Tegucigalpa para buscar una salida negociada de la crisis, que se generó la deposición de Manuel Zelaya el 28 de junio y la designación de Micheletti por el congreso.

"Lo que nos preocupa es que el señor Insulza ha tenido una posición imparcial en el caso de Honduras", añadió.

Alvarado sostuvo sin embargo que "nos agradaría tener aquí a cancilleres de Costa Rica, Colombia, Panamá y de otras naciones con similar trayectoria diplomática importante".

En cuanto a que Estados Unidos parece tener cada vez más claro el panorama político y ha comenzado a flexibilizar su posición en torno con Honduras, la funcionaria dijo: "estamos satisfechos porque la oscuridad está pasando". Washington anunció que no pretende agobiar económicamente a Honduras.

"Nos alegra que no hayan más sanciones y que Estados Unidos en vez de apoyar a un hombre respalde a nuestro pueblo", subrayó Alvarado.

Alba la integran Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua y Venezuela bajo el liderazgo del presidente Hugo Chávez. Surgió en diciembre de 2004 y Zelaya adhirió a Honduras en agosto de 2008.

Ante eventual Bloqueo Cosumamos lo Hecho en Honduras.

Por Alberto Mejia.

San Pedro Sula, Honduras.

Ante un eventual bloqueo los hondureños, tienen la mejor oportunidad para consumir producto de buena caidad y mas barato, claro hablamos de lo hecho en honduras.

Y es que el producto hondureño ha pasado a segundo plano ante tanta invasion de mercaderia extrajera, un esjemplo claro es el zapato hondureño que a pesar de ser de primer nivel, comodo y de bajo precio, es uno de los productos que esta en peligro de extincion por la apatia de los compatriotas a consumir lo nuestro.

La produccion de zapateria ha decendido a niveles insospechados, solo en una de las zapaterias nos informaran que se redujo en un 80% la produccion de materia acabada, lo que pone en precario puestos de trabajo y la eventual desaparicion de las empresas.

el tan sonado bloqueo economico nos debe de servir a los hondureños para empezar a poner nuestros ojos en el producto Hecho en Honduras, pues es de buena calida y mas barato ademas este podria ser el inicio para que nuestro mercado interno sea una puerta de inversion y empleo, por eso lo Hecho en Honduras es lo Mejor.

20 mil observadores verificarán elecciones

Tegucigalpa. , Honduras

Unos 20 mil observadores nacionales se sumarán a los internacionales el 29 de noviembre para verificar las elecciones generales.

El Tribunal Supremo Electoral, TSE, ya giró las invitaciones a los organismos internacionales y tribunales electorales y la idea es que sean testigos de unas elecciones transparentes, puras, que nada tienen que ver con la situación generada el 28 de junio.

“Pensamos que por el momento histórico que está viviendo Honduras es cuando habrá mayor observación internacional”, dijo el magistrado Enrique Ortez Sequeira.

El TSE firmó en su momento convenios con la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, con las iglesias, Mirador Electoral, Unión para la Democracia y Hagamos Democracia para que nombren delegados para el 29 de noviembre. Seguramente mandarán observadores Foprideh y los organismos de derechos humanos.

¿El Waterloo del chavismo?

Washington mira a Honduras como una oportunidad de ponerle freno a Chávez
ANTONIO CAÑO - Washington -

El diario El Universal de Caracas, muy antichavista, publica una entrevista con el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con un título de esos que los periódicos usan a veces como arma en sus batallas particulares: "Lo desmiento, EE UU no estuvo detrás del golpe en Honduras".

El régimen de Venezuela ha estado propagando la idea de la implicación norteamericana en el golpe hondureño desde el primer día, pero, sobre todo, desde que empezaron a crecer las dudas sobre las intenciones del presidente depuesto, Manuel Zelaya, y lo que éste representaba. La participación norteamericana en el golpe se ajusta como un guante a la visión maniquea y beligerante que Hugo Chávez quiere imponer en América Latina. No importa que ningún dato lo respalde. No importa que una acusación así contradiga toda la lógica de una Administración, como la de Barack Obama, que se ha caracterizado, precisamente, por la defensa del derecho internacional y de la aceptación de los contrarios.

Ha sido después del derrocamiento cuando Estados Unidos ha empezado a mirar a Honduras con creciente interés, y lo ha hecho, ciertamente, como una oportunidad de ponerle freno a Chávez. El presidente venezolano tiene, por tanto, razones por las que estar preocupado con Washington, pero no las que él sostiene en público.

A efectos legales, Estados Unidos no se ha movido un milímetro del papel que le corresponde a una democracia ante una acción golpista: ha exigido la restitución del presidente depuesto, ha retirado el visado a cuatro de las figuras del régimen de facto y ha anunciado próximas sanciones contra el Gobierno creado en Honduras. Ha estado, en fin, actuando en la misma dirección que el resto de sus aliados.

En un plano subterráneo, sin embargo, la Administración norteamericana -especialmente el Departamento de Estado- ha entendido que esta crisis, por insignificante que pareciera en su nacimiento, podría equivaler, adecuadamente manejada, al principio del fin del chavismo en América Latina. Es decir, el fin de una doctrina que predica el populismo, la confrontación con Estados Unidos y la acomodación de las leyes nacionales a la consolidación de un largo régimen. Para ello, Estados Unidos ha contado con la complicidad, al menos silenciosa, de varios países latinoamericanos que tienen los mismos recelos hacia Chávez, aunque no se atrevan a expresarlos en público.

Fue decisiva la irrupción en escena del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, un premio Nobel de la Paz y un hombre en quien Washington confía y a quien nadie puede negarle honestidad e imparcialidad. Arias, un veterano en estas lides, armó un plan, incontestable desde el ángulo de su rigor democrático y constitucional, que permitía el regreso de Zelaya, pero mermado de prestigio, de autoridad y de medios para extender su mandato.

Difícilmente, Chávez podría haber convertido ese regreso en un éxito político. Más bien, Honduras habría pasado a la historia como la primera derrota de Chávez. Estados Unidos ha encontrado en ese plan el pivote de una política -¡por primera vez en décadas en América Latina!- muy inteligente: defender sus intereses y minar los de rival, con respeto a la ley y apoyo internacional.