Tegucigalpa ,
Honduras
El envío de altos funcionarios estadounidense a Honduras esta semana con el fin de presionar hacia un fin de la crisis es para el diario estadounidense
The New York Times la primera vez desde el 28 de junio que Washington asume un “papel protagonista” en los esfuerzos de mediación.
De acuerdo con el rotativo, que se basa en fuentes del Departamento de Estado, la decisión de mandar a enviados -cuyo nombre no revela- a Tegucigalpa se produjo después de una conversación de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, con los protagonistas de la crisis Zelaya, y el gobernante Micheletti, el pasado viernes.
En dichas llamadas, Clinton dijo a ambos líderes que en Estados Unidos y en América Latina existe una “ creciente frustración ” por el “ deterioro ” de la situación en Honduras.
La jefa de la diplomacia norteamericana “se reservó las palabras más duras” para Micheletti, porque Estados Unidos considera que ha sido el actor “más difícil”, destaca el rotativo.
“Durante la llamada, él (Micheletti) pasó mucho tiempo hablando del pasado, ella quería hablar del futuro”, dijo la fuente del Departamento de Estado, según la cual la conversación con el presidente duró más de media hora.
“El objetivo era recordarle que hay dos caminos para las elecciones”, agregó la fuente. “Una es que Honduras vaya por su cuenta y la otra que vaya acompañada de un amplio respaldo de la comunidad internacional”.
El sociólogo Víctor Meza, jefe de la comisión negociadora del presidente depuesto aseguró ayer que el secretario de Estado adjunto para América Latina de Estados Unidos, Thomas Shannon, llegará mañana a Tegucigalpa.
Meza no precisó la agenda de Shannon, pero indicó a EF que su llegada será precedida hoy, martes, por el secretario de Asuntos Políticos de la OEA, el boliviano Víctor Rico, quien ya encabezó una misión técnica del organismo en Tegucigalpa semanas atrás.
Estados Unidos, al igual que el resto de la comunidad internacional, amenaza con no reconocer las elecciones del 29 de noviembre si antes no se restaura el orden constitucional y a Zelaya en el poder.
Entretanto, el senador demócrata
John Kerry , presidente del Comité de Relaciones Exteriores, llamó el lunes al gobierno de Barack Obama a mantenerse “firme en la condena del golpe de Estado" del 28 de junio que desató la crisis en el país hondureño.
“A Micheletti debería quedarle perfectamente claro que el golpe y sus decisiones marciales de cerrar medios de comunicación, acosar y arrestar a políticos e influenciar las elecciones son inaceptables y no tendrán éxito”, dijo al rotativo un portavoz de Kerry.
Para Estados Unidos, recuerda el Times, “la crisis de Honduras se ha convertido en un tema cada vez más incómodo”.
De un lado, un “creciente número de líderes” latinoamericanos han acusado a Washington de no presionar lo suficiente al gobierno de Micheletti para obligarle a aceptar una fórmula de compromiso y poner fin a la represión de periodistas, activistas de los derechos humanos y zelayistas, señala el diario.
En el lado doméstico, la crisis también le ha provocado a la administración Obama “dolores de cabeza” en el Congreso, donde un grupo de republicanos mantienen congelados nombramientos clave en el Departamento de Estado: el de Shannon como nuevo embajador de Brasil y el de Arturo Valenzuela como nuevo secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, puesto que hasta ahora ocupaba Shannon.
Si bien las dos partes negociadoras en la mesa de diálogo instalada a comienzos de mes en Tegucigalpa con la mediación de la
Organización de Estados Americanos (OEA) dieron la semana pasada por fracasadas las negociaciones, el organismo hemisférico insiste aún en que existe espacio para una solución.
La víspera, el jefe de la misión de la OEA en Honduras, John Biehl, aseguró que era probable que esta misma semana surja un acuerdo.
“Hay una coyuntura difícil, pero yo creo que se va a solucionar y se va a llegar a un arreglo, probablemente esta semana. Las cosas se han ido acercando”, dijo Biehl a radio Cooperativa de Chile.