Padres de familia encaran y exigen clases a maestros

San Pedro Sula,
Honduras
Un grupo de padres de familia llegó ayer a la escuela Héctor Guillén del sector Chamelecón a exigir a los maestros que les den clases a sus hijos.
En ese centro educativo hay dos jornadas y diferentes maestros en cada una. Los de la mañana no dan clases y los de la tarde sí.
Por esa situación, madres y padres, acompañados por sus hijos, llegaron ayer por la mañana a esa escuela a pedirles explicaciones a los docentes, quienes de común acuerdo han decidido dejar de estar en las aulas y sumarse a las protestas desde hace cuatro semanas. El alegato estuvo acalorado, por lo que elementos de la Policía Nacional llegaron a la escuela a mediar.
“Nuestros hijos no han estado recibiendo clases desde hace cuatro semanas. El director no quiere que se impartan. Los maestros de la tarde sí atienden a sus alumnos. Estamos más que cansados, preocupados por la educación de nuestros hijos”, dijo José Sánchez, padre afectado.
Los padres tuvieron una discusión con los docentes, que no supieron responderles cuándo se reanudarán las clases en ese sector. “Dicen que no saben, que mientras no les resuelvan no van a atender a los niños. Esto lo han politizado, salen hablando del Gobierno y que quieren afectar a los pobres privatizando la educación. Ellos ya los están afectando porque no dan clases”, dijo otro papá enardecido.
Una comisión de supervisores de la Departamental de Educación de Cortés llegó ayer a la escuela a dialogar con el director, el docente Javier Lara, pero no fueron atendidos.
Lara señaló que la comisión con la que tenía que conversar era de los padres y ellos, como maestros, no tenían por qué hacerlo.
El director dijo que en consejo de maestros se decidió no dar clases debido a las exigencias que el magisterio nacional le está planteandon al Gobierno.
Los padres les piden a las autoridades superiores de Educación que les asignen en la escuela docentes que quieran trabajar y despidan a los actuales por el abandono académico en que tienen a sus niños.
“Si no quieren trabajar, que se vayan. Pero no queremos que nuestros hijos sigan sin clases”, dijo Hilda Pérez, otra madre.
Pocas no dan clases
La mayoría de maestros de primaria de la ciudad están impartiendo clases.
A muchas escuelas incluso han llegado unas hojas volantes de la dirigencia magisterial, llamando al 80% de los docentes “inconscientes” por no estar acatando el llamado a paro.
Centenares de escolares siguen aprendiendo, mientras miles de colegiales están sin clases desde hace más de tres semanas, sobre todo los de último año, que deben desarrollar su práctica profesional.
Las autoridades superiores de Educación supervisan para sancionar con deducciones de sus salarios a los maestros que no están cumpliendo su deber en las aulas.