Tegucigalpa, Honduras
La policía dispersó con gases lacrimógenos un manifestación a favor del derrocado presidente Manuel Zelaya que recorrió importantes calles de Tegucigalpa y se dirigió cerca del Congreso, donde los manifestantes agredieron al vicepresidente del Congreso Nacional, Ramón Velásquez.
Los manifestantes comenzaron la caminata desde la sede de la Universidad Pedagógica y caminaron varios kilómetros hasta el Parque Central cerca del Congreso, en donde fueron dispersados por la policía que lanzó los gases.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de manifestantes atacaron y golpearon en la calle al vicepresidente del congreso, Ramón Velázquez, que salía de sus oficinas de la legislatura. El político, del partido Demócrata Cristiano, recibió puñetazos y patadas, según constató la AP.
Los zelayistas salieron de nuevo a las calles a reclamar su regreso, pese a las advertencias de jefes policiales de que reprimirán las manifestaciones.
Manuel Zelaya fue destituido de su cargo el 28 de junio por violaciones a la Constitución y desoir fallos judiciales; en su lugar, el Congreso Nacional nombró interinamente a Roberto Micheletti.
Unos 10.000 seguidores del llamado Frente Nacional de Resistencia contra la destitucion de Zelaya salieron desde la Universidad Pedagógica Nacional, donde durmieron muchos de ellos procedentes de provincias, en una marcha hacia el centro de Tegucigalpa en medio de una fuerte tensión y vigilancia policial.
Decenas de policías y militares custodiaban los negocios del bulevar Centroamérica, donde el martes unos manifestantes quemaron un vehículo y una local de comida rápida de la cadena 'Popeyes', propiedad de empresarios hondureños.
Los jefes policiales advirtieron que reprimirán las manifestaciones si hay desórdenes o agresiones a personas o al comercio. Detuvieron a más de 40 personas y requerirán a más de 20 por causar disturbios y saqueos.
Según medios locales, los zelayistas preparaban protestas afuera del Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, 240 km al norte de la capital, donde se disputará el encuentro entre las selecciones de Honduras y Costa Rica, este miércoles en la noche.
La policía dispersó con gases lacrimógenos un manifestación a favor del derrocado presidente Manuel Zelaya que recorrió importantes calles de Tegucigalpa y se dirigió cerca del Congreso, donde los manifestantes agredieron al vicepresidente del Congreso Nacional, Ramón Velásquez.
Los manifestantes comenzaron la caminata desde la sede de la Universidad Pedagógica y caminaron varios kilómetros hasta el Parque Central cerca del Congreso, en donde fueron dispersados por la policía que lanzó los gases.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de manifestantes atacaron y golpearon en la calle al vicepresidente del congreso, Ramón Velázquez, que salía de sus oficinas de la legislatura. El político, del partido Demócrata Cristiano, recibió puñetazos y patadas, según constató la AP.
Los zelayistas salieron de nuevo a las calles a reclamar su regreso, pese a las advertencias de jefes policiales de que reprimirán las manifestaciones.
Manuel Zelaya fue destituido de su cargo el 28 de junio por violaciones a la Constitución y desoir fallos judiciales; en su lugar, el Congreso Nacional nombró interinamente a Roberto Micheletti.
Unos 10.000 seguidores del llamado Frente Nacional de Resistencia contra la destitucion de Zelaya salieron desde la Universidad Pedagógica Nacional, donde durmieron muchos de ellos procedentes de provincias, en una marcha hacia el centro de Tegucigalpa en medio de una fuerte tensión y vigilancia policial.
Decenas de policías y militares custodiaban los negocios del bulevar Centroamérica, donde el martes unos manifestantes quemaron un vehículo y una local de comida rápida de la cadena 'Popeyes', propiedad de empresarios hondureños.
Los jefes policiales advirtieron que reprimirán las manifestaciones si hay desórdenes o agresiones a personas o al comercio. Detuvieron a más de 40 personas y requerirán a más de 20 por causar disturbios y saqueos.
Según medios locales, los zelayistas preparaban protestas afuera del Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, 240 km al norte de la capital, donde se disputará el encuentro entre las selecciones de Honduras y Costa Rica, este miércoles en la noche.
Unos 1.200 policías y militares serán desplegados en los anillos de seguridad en el exterior y en el interior del Estadio.
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